Miguel Molinari, promotor de la ópera en el Perú. (Foto: Martin Pauca).
Miguel Molinari, promotor de la ópera en el Perú. (Foto: Martin Pauca).

Siempre iba a la cazuela, allá arriba, en la parte más alta. Su lugar preferido. Donde estaban todos los aficionados, los apasionados, los conocedores viscerales. Ubicación que tiene una tradición en el mundo, porque para el amante de la ópera, el amante de la lírica, existe la idea de que allí es donde realmente se escucha mejor o se pone a prueba a los mejores. Otra razón era que allá arriba, los precios son más cómodos y los apasionados como él, solían ir todos los días, a todas las funciones, con las partituras en mano y revisando que el artista dé la nota. Desde ese lugar, en el Teatro Municipal de Lima, vio y escuchó por primera vez, con 34 años de edad, La Cenerentola, o .

Y la última vez que se vio en Lima La Cenerentola fue aquella primera vez que la vio Miguel Molinari, hace cerca de tres décadas. Este 8, 10 y 12 de mayo vuelve a Lima y al mismo teatro. Se presentará con producción del Rossini Opera Festival (ROF) desde Italia, el festival de ópera más importante del mundo, donde debutó Juan Diego Flórez y hoy es el director artístico, y donde el también tenor peruano Ernesto Palacio es superintendente.

Molinari esta vez no solo será público, sino también gestor, en su papel de representante de la Gerencia de Cultura de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Y quizás vuelva a la cazuela.

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Me dices que otrora en la cazuela se vivían momentos más ‘folclóricos’, lejos de lo social de los palcos y la platea. ¿No crees que aún se percibe a las óperas, al mundo lírico, como lugares exclusivos, de las élites?

La cazuela tiene algunos lugares ciegos o parcialmente ciegos, que no hay mucha visibilidad hacia el escenario, por la forma del teatro. Y en los últimos tiempos esas zonas no salían a la venta. Hemos encontrado una solución: colocar pantallas a ambos lados, de tal manera que ahora el aforo de casi 1,200 sitios se ha recuperado. Y eso recién se inauguró el 9 de marzo pasado.

¿Y esta idea de que tales espectáculos son para ciertas élites?

La ópera nace como una figura absolutamente popular. La gente llevaba hasta comida. Conforme pasó el tiempo, también es verdad que las producciones se hicieron más costosas y mucho más elaboradas. Antiguamente, era más sencillo: en este teatro, cuando se inauguró en 1920, entre el 28 de julio de ese año y enero de 1921 se pusieron 36 óperas distintas, con funciones casi todos los días. Eso ahora es imposible de ver. Hoy en día en Lima al año se hacen unas dos óperas. Pero la ópera no es otra cosa que la telenovela del siglo XIX. Son historias que tienen música, danza, que muchas veces suelen ser trágicas, inspiradas en obras literarias, que en lugar de hablar se canta con un tipo de voz que tiene que proyectarse y sonar sin amplificación, y que en las obras del Municipal tiene subtítulos en castellano. Deducimos que la ópera es solo para un público entendido y no es así.

Y ojo que tenemos figuras mundiales como Juan Diego Flórez e Yma Sumac.

Es paradójico que los tengamos sin que exista en el Perú una escuela de ópera o una actividad operática importante y grande. Pero tenemos talento de exportación. También tenemos el caso de Alejandro Granda, alguien que se hizo de abajo. Luego vino Luis Alva, Ernesto Palacio, Juan Diego Flórez y ahora tenemos a Iván Ayón. Y el caso de Yma Sumac es único, un ser tocado por Dios.

A quien lograste traer al Perú.

Tuve ese honor. Y nunca más volvió porque falleció a los dos años, en el 2008.

Miguel Molinari, promotor de la ópera en el Perú. (Foto: Martin Pauca).
Miguel Molinari, promotor de la ópera en el Perú. (Foto: Martin Pauca).

¿Cómo era ella?

Cuando la recibo en el aeropuerto, me impresionó muchísimo, porque estaba vestida con un sombrero negro muy grande, con un traje de tigresa, tacos muy altos y con un glamour de otros tiempos. Una mujer muy simpática. En el auto, camino al hotel, iba cantando “A La Molina no voy más” y con mucha alegría de estar en el Perú. Se sentía emocionada de volver, pero sobre todo para ser reconocida. Anteriormente, el Perú había sido muy hostil con ella.

Otro momento cumbre en tu carrera tiene que ver con Juan Diego Flórez en sus inicios.

Conocí a Juan Diego antes de que fuera estrella. Estar, incluso, desde el inicio de su carrera, ayudar para que él pueda dar los primeros pasos. Él cantaba en el coro nacional. Tiene 11 años menos que yo. Entonces, él era mi fan (risas); me atrevo a decirlo porque él me lo dijo, ah. Él escuchaba mi programa de radio y veía mi programa de televisión. Me busca porque necesitaba recaudar fondos para ir a estudiar en el extranjero, había ingresado a tres institutos.

¿Ya sabías quién era?

Alguien me había dicho “hay un chico que canta muy bien”. Y entonces, comenzamos una campaña y le dije para grabar un casete.

¿Por qué decidiste apoyarlo?

La forma en que me lo planteó y porque ya había ingresado a tres institutos. Cuando lo escuché dije “¡wow!”. La idea era grabar el casete para entregarlo a las personas que quieran ayudar. Lo grabamos en el Goethe-Institut Peru, año 92, 93… Con ese casete fuimos a buscar a determinadas personas. Y allí se pudo recaudar algo de dinero. Organizamos un recital profondos en el Icpna.

Como se dice ahora, se hizo una ‘chancha’.

Y más lo que consiguió de su familia, pudo viajar. Él quería conocer a Ernesto Palacio (quien luego sería su manager), que era mi amigo y una autoridad a nivel mundial. “No sé si seré cantante, es una carrera muy difícil, no sé si voy a poder hacerlo”, me dijo.

AUTOFICHA:

-“Soy Miguel Amadeo Molinari Portal. Soy mellizo y mi hermano se llama Gabriel Amadeo. Mi mamá era muy religiosa. Tengo 62 años, nací en Lima. Casado, tengo dos hijos. Estudié Derecho. A mi papá le gustaba cantar y en la radio escuchábamos programas de lírica”.

-“A los 11 años, con una tía vine a un recital de Teresa Guedes en el Teatro Segura. Tenía que ponerme corbata para entrar, en la boletería me facilitaron una (ríe). Ahí comencé a buscar y me fui metiendo (en este mundo). Un punto clave fue conocer a Ernesto Palacio”.

-“En radio Filarmonía estoy de lunes a viernes, de 4 a 5 de la tarde, desde hace 36 años. Y tengo un tema pendiente, que espero hacerlo realidad este año: la presentación de mi primer libro, que es una biografía, es una investigación de muchos años sobre la vida del gran tenor peruano Alejandro Granda”.

‘La Cenerentola’.
‘La Cenerentola’.


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