Yaziré Pinedo lo entrega todo

La mañana del sábado, Yaziré Pinedo se encontró con Perú21 en un jardín de la tumultuosa Lima. Pactar una cita con la mujer que terminó con la gestión de Alberto Otárola en la PCM es difícil, pues ahora se ha convertido en pieza clave en una serie de investigaciones fiscales que prometen tener prontos resultados.

Hace 15 días todos los periódicos y las cámaras de televisión la tuvieron como principal protagonista de la última crisis política del país. Un audio con, nada más y nada menos, el todopoderoso presidente del Consejo de Ministros la colocó en el ojo de la tormenta y en la comidilla de algunos pasillos gubernamentales. Se escuchaba a Otárola pidiéndole su currículo no documentado para un trabajo ‘caleta’ en alguna entidad aún no identificada. En paralelo —confiesa Yaziré—, en esa misma fecha que se difundió el audio, había sufrido la irreparable pérdida de su gato esfinge, una mascota que costó 3 mil dólares y que se lo regaló un viejo novio.

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Antes del reportaje del programa dominical Panorama, la joven asegura que tenía una relación estable con una persona ajena al mundo político, pero eso se acabó de repente, pues la bomba estalló y Yaziré, desde hace unos días, está obligada a contarlo todo.

CELULARES Y FOTOS

Los mensajes, videos y fotografías que Yaziré Pinedo tiene en su poder ya fueron entregados al Ministerio Público. Sus celulares, su laptop y su palabra son objeto de pesquisa. Esa información ayudará a destrabar algunos casos que parecían dormir el sueño de los justos en los pasillos de las fiscalías anticorrupción de personajes que hasta ahora venían pasando desapercibidos.

Ahora, la joven de 26 años pasa sus días entre fiscales. El sábado, la diligencia en la que participó terminó más allá de la una de la mañana por la cantidad de información que las autoridades deben procesar. Los fiscales le han prohibido a Yaziré hacer públicos nuevos detalles de sus relaciones con las más altas esferas del poder.

“Hay muchas cosas que dicen y, como no saben casi nada de mí, inventan cosas”, dice Pinedo a Perú21. Es por eso que, a partir de ahora, lo que sí hablará es lo que sus memorias digitales guardaron desde 2018, año en que emigró a Lima.

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¿Qué sabe Yaziré que los ciudadanos no sabemos de nuestros políticos? Por lo pronto, fuentes de este diario aseguran que en su celular hay conversaciones con personajes que quisieran que la tarapotina nunca hubiese aparecido en la escena pública.

“Muchas mujeres también han pasado por lo mismo, pero ya no deberían callar. Si hay chantajes y amenazas contra una mujer, se deberían decir tal como yo lo he hecho”, sostiene Pinedo.

La joven hoy pasa sus días en su habitación con uno de los gatos que aún le queda. No sale de su cuarto salvo para declarar ante un fiscal. Está deprimida, aseguran las personas que la cuidan y revelan que la ayuda que prometió el Ministerio de la Mujer no ha llegado. “No hay ninguna ayuda psicológica”, aseguran.

El cuerpo de Yaziré dice muchas cosas más de lo que aparenta. Son evidentes los cortes en los brazos producto de lo que serían algunas recientes autolesiones.

“Los que dicen que una mujer obtiene los trabajos de manera fácil tengan en cuenta que, para ser profesional, se pasa por muchas cosas. Yo soy de provincia y para tener mi carrera he estudiado mucho”, dice.

El próximo 20 de marzo, a las 9 de la mañana, en el área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales, que dirige el fiscal adjunto supremo Luis Germaná, Yaziré Pinedo deberá declarar en la investigación que se le sigue al expremier Otárola en un supuesto festival de contrataciones en el Estado a favor de la joven.

VIDEOS AL MENUDEO

Mientras todo esto ocurre con Pinedo, su amigo el expremier sigue en el ojo de la tormenta. En los últimos días, una serie de videos con alto contenido sexual se han distribuido vía Whatsapp hacia diferentes medios de comunicación. El material es impublicable y lo único que confirma es que su origen data de semanas atrás de su juramentación como ministro de Defensa de Dina Boluarte en diciembre de 2022.

Este diario intentó comunicarse con Alberto Otárola, a través de su abogada Grace Fernández, para conocer su posición de este hecho y de lo que se le viene en la Fiscalía de la Nación. Sin embargo, después de leer los mensajes, no hubo respuesta.

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