Richard Arce: “¿Cómo nos afecta esta crisis política?”

La crisis política que vive el país va a tener consecuencias reales en el ciudadano de a pie, que tiene que cargarse con las irresponsabilidades de los congresistas. Peor aún cuando estos supuestos “padres de la patria” se sienten empoderados, toman el poder del Estado para disponer de sus recursos como si fuera un botín y aprovechan cualquier resquicio en la ley para aprovecharse y sacar ventaja, desde leyes con nombre propio para favorecer intereses particulares o hasta supuestas comisiones investigadoras para saldar cuentas con adversarios políticos.

Este es el caso de las principales reformas que se estuvieron impulsando por años y se tuvo avances importantes, como el de la Sunedu y el transporte público. Este Congreso se tumbó lo poco que se había logrado avanzar y hemos vuelto al desmadre de las universidades garaje que les importa un bledo la calidad de la enseñanza, traficando con la educación superior para llenarles los bolsillos a sus promotores; ahí el que pierde es el padre de familia que hace sacrificios supremos para que sus hijos sean profesionales.

En el caso del transporte público, hemos visto esta semana la irresponsabilidad de no garantizar el funcionamiento de los corredores —puesto que se suspendió por dos días el Corredor Morado— sistema de transporte que ha permitido mejorar drásticamente esa penuria que vivían los limeños con las combis asesinas y la informalidad del transporte público. Ahí está la consecuencia de la irresponsabilidad del Gobierno y un Congreso que está auspiciando la informalidad y el caos vehicular, exponiendo la vida de todos los ciudadanos, otro efecto de esta crisis política.

Ahora tenemos el problema de la atención en farmacias de medicinas genéricas que permitían coberturar la atención de medicinas a precios económicos y, ahora, por el lobby de los grupos farmacéuticos que controlan el mercado, aprovechan para bloquear su venta, por cortesía del fujicerronismo que tiene el poder en el Congreso. Los afectados son los sectores más vulnerables económicamente, otra consecuencia directa de esta crisis política.

Puedo seguir enumerando los casos concretos de afectación, a cualquiera de nosotros, de esta crisis política, para despertar y darnos cuenta de que tenemos la obligación de defendernos frente a estos atropellos del Congreso con el silencio cómplice del Ejecutivo, porque al final nosotros somos los que pagaremos las cuentas de tanta irresponsabilidad y abuso de poder.