Cuando Alina (47 años) decidió iniciar la venta de marcianos y otros productos básicos en la puerta de su humilde casa en Alto Trujillo, nunca pensó que sería también el origen de un calvario.

MIRE: Proponen eliminar los créditos ‘gota a gota’

“‘Te vamos a prestar S/2,000′, me dijeron. Yo sí lo necesitaba, pero no lo quería”, asegura. Le dijeron que le cobrarían 40% diario y se retiraron sin más, cuenta a Perú21 la víctima.

Dos personas de identidad venezolana llegaron a su pequeño negocio a bordo de una moto lineal con peculiares características y con el objetivo trazado: darle un monto de dinero sin que ella lo haya pedido y cobrarle cuotas con intereses altos para que nunca pueda terminar de pagarles. Alina aún no lo sabía, pero ella estaba a punto de ser una víctima más en las decenas de casos ‘gota a gota’.

En lo que va de 2024, al menos un centenar de casos de extorsión en esa modalidad han sido reportados a la Policía Nacional en todo el país, siendo Piura y La Libertad las ciudades en que más recurrentemente se pone en práctica este delito de origen colombiano.

Según pudo conocer este diario, si bien en Lima los casos en mercados y negocios independientes siguen existiendo, menos gente está acudiendo a denunciar.

“Si en un día venían (a denunciar), por ejemplo, 20 personas extorsionadas por ‘gota a gota’, ahora viene uno a la semana. Hay todavía quienes están haciendo préstamos y cobrando, pero la diferencia es notable”, menciona un efectivo policial a Perú21.

El efectivo policial advierte que el ‘gota a gota’ tiene dos maneras de efectivizarse: en físico y digital. Este último le da muchas facilidades a la víctima pues simplemente con descargarse una aplicación en el celular y registrar una tarjeta puede obtener dinero en efectivo, sin saber que ello puede costarle incluso la vida.

El modus operandi de la extorsión ‘gota a gota’ es desalentador: las víctimas, quienes usualmente son personas de bajos recursos que requieren liquidez, reciben el dinero y quienes se lo entregan imponen plazos de pago cortos, generalmente entre 20 y 25 días, exigiendo reembolsos diarios que incluyen intereses que fácilmente superan el 40%.

Lamentablemente, muchas de las personas que acceden a este tipo de préstamos lo hacen porque consideran que hay mayor rapidez en cuanto al trámite y no hay requisitos mínimos para acceder al dinero.

Según un estudio del Instituto Peruano de Economía, el 22% de los créditos informales corresponde a ‘gota a gota’ o tiene una frecuencia de pago diaria. Además, el 49% de las personas que accedieron a un crédito informal (como lo es esta modalidad) paga una tasa de interés anualizada de 500% o más.


3 claves para evitar ser víctima de esta modalidad

  • Usa con prudencia tus redes sociales. Evita compartir demasiada información personal o familiar, ni datos sobre tus ingresos de dinero o patrimonio.
  • Si te ofrecen muy fácilmente y rápido el dinero, haz un alto y evita aceptarlo. Lo suelen hacer a través de redes sociales, páginas web y aplicativos móviles, incluso yendo a los propios domicilios.
  • No descargues aplicativos (apps) a través de tiendas en línea para poder obtener dinero. Si lo haces, permites que capten la información que conservas en tu celular y después terminan extorsionándote vía mensajería.

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